Domingo Alberto Rangel M.

Cacerolean en público pero se bajan los calzones en privado...














Domingo Alberto Rangel M.





3erPolo
















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No intento burlarme de nadie aún siendo posible que algunos lo tomen por algo similar mal aconsejados por el clima de irracionalidad e intolerancia que priva en Venezuela. Sin embargo a riesgo de ser malinterpretado digo que en estos tiempos no quisiera estar en el pellejo del escuálido o la escuálida promedio. Quiero decir en la piel y mente de los venezolanos cuyo norte en la vida es enfrentar, oponerse, negar, todo lo que haga el gobierno de Hugo Chávez sin detenerse a pensar si eso les beneficia, los afecta negativamente o simplemente ni les va ni les viene.

 

Sin detenerse a pensar si lo que se critica no es lo mismo que a menudo se ha visto en Venezuela, solo que ahora con mayor grado de patanería y que por tanto más allá de las críticas lo que se debe plantear como norte de las luchas son soluciones para que en el futuro no vuelvan a ocurrir los desmanes criticados.

Los escuálidos no son muchos pero gritan duro y les sobra  tiempo para opinar llamando a las radios cuando no a través de mensajes de texto dirigidos a Leopoldo Castillo donde resumen lo que más les molesta.

 

El tiempo les sobra a los escuálidos a diferencia de quienes se ganan el pan con el sudor de la frente porque el escuálido típico muchas veces es un jubilado del puntofijismo cuando no el ocioso o la ociosa que tarde en la vida encontraron la política como ocupación.

 

Añadiría que esta característica es afortunada para el país porque sin la ociosidad de los activistas escuálidos muchas lacras del gobierno quedarían encubiertas bajo el manto de la santa cabronería porque como es sabido los partidos políticos no existen como tales y su función ha sido objeto de secuestro por un grupo de empresarios de los medios radioeléctricos por una parte que son quienes alimentan espiritualmente a los escuálidos.

 

Por la otra la función propia de los partidos que es diseñar el futuro a construir y protestar contra lo que se deba protestar, quien no solo la han secuestrado empresarios de medios de comunicación sino también  el presidente Hugo Chávez que por si solo equivale a varias televisoras y radios coligadas.

 

Pero, al comienzo de estas líneas hablaba de los problemas existenciales del escuálido (a) típico cuyo origen está en que estos ciudadanos están convencidos de que el gobierno cerrará a Globovisión con lo que quedarán en el más absoluto desamparo ideológico y programático.

 

ABAJO LOS CALZONES:

 

No especulo y tomo distancia para compartir con los lectores del TERCER POLO un análisis honesto por racional.

 

No le doy la primera opción de las posibilidades a que la televisora sea clausurada ya que a mi modesto entender un factor político mediático como es Hugo Chávez, necesita vitalmente ser negado a toda hora en sus hechos y palabras por otro factor mediático y político como es Globovisión y no por partidos políticos que como ya he señalado están en minusvalía en este momento.

 

Si desaparece del aire la señal de la televisora que preside Guillermo Zuloaga –que en USA  ya habría sido clausurada hace tiempo- el ciudadano Hugo Chávez no tendría nada que probar o rebatir los domingos en su programa “Aló, Presidente” y la sintonía bajaría hasta hacerlo el más fastidioso espacio de la TV.

 

Espacio que solo sintonizarían empresarios sinvergüenzas buscando pistas para ver dónde echan las redes porque es sabido que en un sistema estatista lo mejor para progresar no es complacer al consumidor sino halagar al gobernante.

 

Pero así como desaparecería la fuente de inspiración del escualidaje en el caso nunca seguro de que el gobierno cierre a Globovisión, también es muy probable que el cierre de Gobo impulse la creación de partidos más serios que los existentes tanto entre los que adversan al Presidente como entre los que lo apoyan.

 

Precisamente lo que menos quiere que suceda el ciudadano Hugo Chávez que aparentemente estaría ante un dilema: O cierra Globovisión o queda como un hablador de tonterías porque de todas maneras nadie le va a creer que no pudo hacerlo por la independencia de los poderes.

 

No obstante hay puntos conciliables y para eso está la avidez de la llamada “derecha endógena” que en realidad no es derecha sino corrupta.

 

Por un lado hay quienes prefieren negociar antes del cierre. Digamos botar por la borda al docto Zuloaga para que se quede vendiendo carros y también a Alberto Federico… a cambio de que les permitan mantenerse en la sociedad por acciones que es Globovisión. Por otro quienes están ávidos de meterse en la pomada y terminar siendo accionistas –por si mismos o por mampuesto porque para eso son los testaferros- de una empresa que seguirá criticando al gobierno en algunas cosas… pero no con la ferocidad y falta de equilibrio típicas de Gobovisión.

 

Esto es lo más probables que ocurra. En todo caso los verdaderos liberales seguiremos execrados de los espacios de Globo, como de VTV, porque ni a los unos ni a los otros les gusta que les digan las verdades a pesar de que la Constitución que dicen defender prohíbe este tipo de exclusiones. Será otro desierto que vamos a pasar. (doalra@yahoo.com).

 
















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