Por esta fecha circulan a través de internet anuncios que presagian vientos de guerra en los condominios donde vive la clase media.

¿Se tratará de una nueva desgracia o estamos ante otro anuncio irresponsable?

Según relatan en los panfletos electrónicos algunos de los más extremistas seguidores del gobierno estarían organizando a los conserjes para enfrentar a las juntas de condominios que son sus empleadores.

En lo personal nada tengo contra la idea de organizar a los conserjes pero me disgustan las peleas estériles.

Y a un liberal no le parece justo que sean los partidos o el Estado, quienes organicen a los conserjes, o a ningún sector particular de la sociedad civil, porque esas no son funciones propias del Estado y en el caso de los partidos,  que no son el Estado, mal negocio hacen copiando las malas mañas de la Cuarta donde los políticos pretendieron controlar hasta las elecciones de reina de Carnaval.

Pero ¿que les puede ofrecer este gobierno a los conserjes?

De acuerdo a su naturaleza demagógica no faltarán funcionarios que a nombre del Ejecutivo ofrezcan entregarle a los conserjes lo que no le pertenece, ni a estos empleados de los condominios ni a los funcionarios, valga decir la vivienda que sirve de conserjería y que como estipula la Ley de Propiedad Horizontal forma parte de los bienes comunes a todos los propietarios.

Esta Posibilidad tiene en ascuas a muchos y da pie para  que individuos irresponsables comiencen a soñar con nuevas guerras de Independencia, esta vez en las conserjerías y  destilen odiosas y erradas conclusiones a destiempo pero utilizando sus espacios en los medios de comunicación.

Pero, seamos prácticos, más allá de las actitudes “heroicas” a que nos tienen acostumbrados estos señores y estas señoras que a pesar de su discurso se trasmutan en corredores de cien metros planos cada vez que escuchan explotar un triqui traqui y preguntemos ¿cómo se puede abordar esta peculiar situación, como desescalar un conflicto innecesario?

Para mí lo prioritario es ventilar racionalmente el problema.

Los conserjes nada ganan si el Estado en otro acto irresponsable decide expropiar las conserjerías para alborotar un avispero donde nadie lo espera y donde debe reinar la paz entre vecinos porque propietarios y conserjes son eso: ¡Vecinos!

Al recibir su vivienda, vía decreto o como sea –no es asunto fácil- el conserje pasa a ser otro propietario y tendrá que pagar sus alícuotas de mantenimiento del edificio.

Perdería también el salario que devenga porque es probable que los condómines busquen otra persona para hacer la limpieza del edificio.

Pierde la gratuidad de los servicios y hasta la televisión por cable; aparte de tener que comenzar a pagar la vivienda porque el Estado no la va a regalar.

La organización de los conserjes que si debe existir y que solo les compete a ellos entonces debe apuntar más bien a que se modifiquen las leyes que los perjudican en los artículos correspondientes.

Pero la modificaciòn de las leyes es un trabajo que le corresponde a los diputados manganzones, en especial a los que en esta fecha son mayoría y no a los politiqueros que andan sonsacando conserjes, ofreciendo villas y castillos, y que a cambio de dádivas momentáneas como incluir a los conserjes en una nueva Misión del Estado Nacional... a cambio del voto.

¿Hay mucha diferencia con lo que hacían los adecos, copeyanos, masistas, causaerrecos etc.?