Domingo Alberto Rangel M.

"María Muslitos": O de còmo los medios insisten en hacer fracasar a la oposición














Domingo Alberto Rangel M.





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Un detalle impidió que María Corina Machado alcanzara el Nirvana a raíz del encuentro que sostuvo con el Presidente Busch; y fue que la jefa de SUMATE no consideró hacerse acompañar por alguien capaz de equilibrar la mini falda y sandalias que para la ocasión estrenó la joven y que a raíz de los comentarios de la prensa venezolana aparentemente fueron los detalles más relevantes de la entrevista.

 

Es que las piernas bellas no bastan cuando uno intenta  representar un país lo cual es cosa seria sea en la polìtica o en el Miss Venezuela.

 

Si no están de acuerdo pregúntenle a las misses el trabajo que les cuesta complacer a Osmel y lo dice alguien que conoce y respeta el trabajo de las misses pero que también está de acuerdo con aquello de “zapatero a tu zapato” y me disculpan pero la Machado nunca ha dado en el clavo en cuanto a definir los grandes problemas que aquejan al venezolano común y silvestre que no se parece a sus amigos yuppies.

 

A mi entender para este rol de hipotético acompañante no califica ningún político serio porque entonces María Corina, y por las razones que ya he esbozado, correría el riesgo de quedar opacada al abrir la boca como le pasaba a Irene Sáez que en su momento también fue utilizada por quienes tras de bastidores mediáticos intentaron controlar el país, mejor dicho los proventos de PDVSA.

 

Quizás María Corina, heredera de la vieja Electricidad de Caracas, habría impactado mejor al gélido Busch presentándose a la entrevista con alguien relacionado con digamos la cultura, y el petróleo, producto que le alegra la vida a Busch, y que junto a las reinas de belleza son las únicas mercaderías de exportación que nos distinguen en el mundo tras de sesenta años de estatismo, al principio tímido y ahora destapado.

 

No sugiero que la señora Machado tuviera que entrar al “Oval Office” arrastrando al canciller Rodríguez, pero si digo que María Corina pudo llevar de “achichincle” a una persona como Rolando Peña, también conocido como “El Príncipe Negro”, artista conceptual que suele convertir barriles de petróleo en decorados al aire libre que nada tienen que envidiar ante los empaquetados que hace Christo en otros lares.

 

De haber sido así María Corina habría tenido la oportunidad de decirle a mister Busch “aquí está  Venezuela a sus pies, Presidente, reinas de belleza y petróleo del grado API que a usted le gusta”.

 

María Corina a pesar de apoyo de la prensa perdió entonces el boche aunque queda en pie la recomendación porque quien quita y consigue otra oportunidad.

 

¿Qué conversó la Machado con el poderoso Presidente?

 

Eso nunca se sabrá pero el dato luce irrelevante.

 

Imaginen: Apartando los vaivenes de una política diletante porque eso es María Corina, quien en enero anunció la formación de un partido para desmentir este anuncio dos semanas más tarde, digamos entonces que lo medular sobre esta conversación es que la Machado y SUMATE aun no han podido explicar las razones del fracaso rotundo que tuvieron en el Revocatorio Presidencial del año pasado cuando fallaron en lo que nunca falló el hoy denostado ex caudillo adeco Luís Alfaro Ucero, valga decir contar votos y planillas.

 

Cuando uno recuerda y pone en el platillo de la balanza esta clamorosa metida de pata por la cual ni SUMATE ni María Corina Machado se han dignado a darle alguna explicación o excusas a quienes fueron sus seguidores en Venezuela, ustedes dirán que clase de consejos le podrá haber dado la niña a un Presidente que por ambicioso se metió en la guerra de Irak; enredo que le cuesta un ojo de la cara al contribuyente gringo para no hablar de bajas militares.

 

Tampoco creo que se debe convertir el picón de mini falda en asunto de vida o muerte como pretende la diputada Fosforito solo porque los maliciosos dicen que fue Gustavo Cisneros quien le metió en la cabeza a María Corina eso de ser Presidenta y quien contrató al publicista que le sugirió a la Machado asistir a la Casa Blanca con mini falda, sandalias y sin medias de naylon porque supuestamente la mitad de los venezolanos son mujeres que sueñan con ser misses y en cuanto a los machos parece ser que siempre andamos en celo.

 

Esas son minucias que se las dejamos a los buitres de la prensa.

 

Pero, de ser cierto el cuento de la intervención del señor Cisneros, no sería el primer caso de políticos que se hunden a causa de las estupideces que les recomiendan los publicistas.

 

Recordemos como muestra la noche que Eduardo Fernández pasó en un rancho aconsejado por el doctor Luís Enrique Machado en la creencia de que con ese gesto se ganaba los votos de las masas marginales porque así llamaban entonces a los ahora “excluidos”.

 

No obstante para ser equilibrados debo mencionar que hay otras consejas que lucen veraces como las que recuerdan que esas mismas carantoñas se las hizo en el pasado el dueño de Venevisión a otros políticos que fueron molidos antes de llegar a candidatos como Guaicaipuro Lameda, Juan Fernández, Manuel Cova, Asdrubal Aguiar y Pompeyo Márquez y otros y otras, quienes tuvieron su momento de gloria y ahora yacen en el cementerio de “lo que pudo haber sido y no fue” para titular como si fuese telenovela.

 

Cada quién hace de su camisa un sayo pero igual creo que el presidente Busch devolvió con una patanería los  insultos que le ha propinado Hugo Chávez como respuesta criolla a una saga que comenzó cuando recién electo el venezolano fue objeto de injustos desaires por parte de Bill Clinton que entonces era quien ocupaba la Presidencia estadounidense.

 

Digo esto porque creo que ya es hora de que Hugo Rafael y William Walker comiencen a resolver los problemas de la gente que votó por ellos.

 

Un ejemplo podría ser ¿cómo rayos se frena el empobrecimiento generalizado o como se termina una  guerra inútil?

 

Pero mientras llega ese momento podemos reconocer que este encuentro entre Busch y la Machado al menos evidencia la hipocresía de un Presidente que habla de organizar cruzadas en pro de la democracia pero que no tiene empacho en sacarse fotos con la firmante de un grosero golpe de Estado como fue el Carmonazo.

 

Un Presidente que pide el poder de intervenir para la OEA –organismo que no es elegido por la gente- a sabiendas de que decir “la OEA” es decir los Estados Unidos, al menos en cuanto a intervenciones militares, fracasadas por cierto porque para muestra están las manifestaciones de haitianos en Fort Lauderdale quienes le recordaron a Busch que su Presidente democràtico por cierto sigue siendo Aristide.

 

Bien, todo esto es verdad pero en descargo se debe aplicar lo del “mal de muchos” ya que vivimos tiempos difíciles cuando vemos líderes haciendo cosas irracionales y en eso Busch y Chávez son expertos.

 

Recordemos que Hugo Rafael se tomó fotos con  Saddam Hussein y que William Walker lo hizo con Michael Jackson antes que con María Corina.

 

“Quid pro quo” dirán los cínicos mientras en La Habana, en Washington y Caracas tres poderosos se frotan las manos.

 

¡Para Castro, Busch y Chávez es mejor que la gente discuta sobre los muslos, pechugas y sandalias de María Corina y no sobre la solución a los problemas!

 

¿Que pensará María Corina de esto porque quien escribe estas líneas la conoce y sabe que sin ser una lumbrera tampoco es una gafa y cuando está sola es capaz de reflexionar?

 

Y, que piensa usted amigo o amiga lectora: ¿Le parece útil cambiar un Presidente como Chàvez para poner todo el poder de un Estado como el venezolano en manos de quienes tras de bambalinas manejan figuras que se prestan a ser manejadas desde los medios?

 

Ese es el asunto “medular”o ¿no nos damos cuenta que la profesora Colomina y sus imitadores son los mayores enemigos de todo aquel que quiera organizar un partido serio y honesto en Venezuela?

 

¿Estamos "claros"?
















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