Domingo Alberto Rangel M.

Para enderezar a Venezuela: ¡Cada oveja con su pareja!














Domingo Alberto Rangel M.





3erPolo
















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A los amigos que leen estas líneas me permito recordarles que según soplan los vientos el país continuará empobreciéndose sin que se vean reacciones para evitar semejantes resultados, salvo lo que individualmente pueda hacer uno mismo para revertir esta situación.

 

Vistas así las cosas por una parte el Presidente de la República prefiere hablar de otros asuntos cuando nuevamente anuncia un atentado contra su vida con la variante de que ahora señala a su homólogo estadounidense como el mentor intelectual del magnicidio anunciado.

 

Pero, desde otros lares diversos grupos de la oposición siguen dando muestras de su incapacidad para entender el origen de los graves problemas del país y mucho menos para solucionarlos cuando unos anuncian la intención de reagrupar fuerzas de la izquierda mientras que otros izquierdistas opositores intentan editar un nuevo capítulo de la fracasada Coordinadora.

 

A tal respecto es bueno recordar a quienes leen estas líneas que RESISTENCIA CIVIL no es una ensalada de letras y que no estamos dispuestos a servir de plataforma para nuevas burlas a la ciudadanía porque para eso creo que debe bastar con la lección aprendida en la extinta Coordinadora.

 

RESISTENCIA CIVIL nació hace cuatro años con el objetivo de brindar al país una plataforma que desde el poder político y social sirva –del verbo servir- de pivote, para que esta sociedad nuestra encuentre la la vía del progreso material como sustento a una vida espiritualmente mejor.

 

Es por ello que en el pasado intentamos, vanamente hay que reconocerlo, dar un giro distinto y desde la oposición a las políticas fracasadas que la izquierda  viene aplicando en Venezuela casi desde el mismo instante en que muere Juan Vicente Gómez.

 

Para ello era necesario botar por la borda todo el andamiaje intelectual del estatismo en cada una de sus variantes, a los fines de dotar al pueblo venezolano de una mejor interpretación de la realidad que permita superarla. Esa interpretación sólo puede venir de la derecha o al menos de una clase de derecha popular que en Venezuela nunca ha ejercido el poder y que en RESISTENCIA CIVIL intentamos agrupar.

 

NI LA NUEVA IZQUIERDA CHAVISTA NI LA VIEJA DE POMPEYO, TULIO, TEODORO Y LOS PUNTOFIJISTAS

 

Y cuando se habla de “botar por la borda” se entiende que hablamos de toda la izquierda porque quien conciba al mundo con esa ideología no podrá comenzar siquiera a resolver los problemas que en materia de pobreza acumulada han traído al país las políticas izquierdistas de la Cuarta y la Quinta república, sobre todo, aún cuando acepto que cuando el presidente Chávez fustiga a “la otra” derecha, la mercantilista y monopolista, tiene algo de razón, pero ese es otro cantar.

 

De manera que para enderezar a Venezuela un movimiento político que se respete y quiera servir para algo tiene que deslindar de toda la izquierda. De toda, de la puntofijista, la mediática y la revolucionaria.

 

Por deslindar no asistimos al insólito acto de presentación de una supuesta “nueva” izquierda opositora cuyos representantes que tomaron la palabra, cuatro según los diarios, sumaban unos trescientos años con Pompeyo Márquez a la cabeza.

 

Pero tampoco tiene para nosotros sentido asistir al nuevo intento de revivir una Coordinadora que aparentemente impulsa el abogado Tulio Alvarez.

 

Apartando que Alvarez ya estuvo en el gobierno durante la nefasta segunda elección del doctor Rafael Caldera, actuación en la cual Alvarez fue el arquitecto jurídico como abogado de Miraflores que urdió el robo que a los venezolanos comunes se nos hizo cuando manipulando desde los medios de comunicación crearon el clima para que una población, que no sabía lo que se estaba jugando, aplaudiera la intervención y nacionalización de gran parte de la banca. ¡Trágico error que entre otros pavimentó la llegada al poder de Hugo Chávez!

 

Esta nacionalización que se llevó a cabo bajo el explícito ideario de la izquierda, en este caso masista, chiripera y convergente, para solaz de los amigotes de los Caldera –entre ellos el propio Tulio Alvarez- y para desgracia de la población que pagó los robos de los políticos con inflación –el dólar “saltó” en los primeros cuatro meses de Caldera II de 100 por bolívar a 400- y con nuevos impuestos como el IVA y el IDB.

 

Como todos estos pegostes que rechazan razonar la solución y que solo piensan en aglomerar al último chavista que por cualquier motivo se baja del bando oficialista para hacer de él -o de ella- un nuevo héroe o heroína, son incapaces de solucionar los problemas del venezolano; y como en RESISTENCIA CIVIL nos negamos a servir de tontos útiles como ya lo hicimos en la extinta Coordinadora, anunciamos nuestro deslinde de los izquierdistas para poder crecer y servirle a Venezuela.

 

¿QUÉ HACER?

 

Respondiendo la clásica pregunta aclaramos para evitar desalientos.

 

En el país no hay polarización entre dos bandos.

 

Esa polarización entre dos solo existe entre la casta política, casta que en su mayoría profesa las ideas de la izquierda socialista y estatista y así se declaran cuando dicen ser de “centro izquierda” o de la “izquierda revolucionaria” o de la “izquierda radical” o de la “izquierda moderna” o de la “izquierda socialdemócrata” cuando no “socialcristiana”.

 

En Venezuela hay tres bandos más o menos iguales y por ello es un chantaje para estúpidos que a uno le hagan ver que si no se monta en el barco oficialista tiene que encaramarse en el de los izquierdistas de la casta politiquera que dejó en herencia el puntofijismo. Aquí hay tres categorías de venezolanos, me refiero a la gente de a pie porque en la casta politiquera si hay una polarización a dos.

 

El primer bando, el que “por ahora” detenta el poder, quizás sea el más articulado y es el de la izquierda que jefatura el presidente Hugo Chávez, mientras que el segundo bando izquierdista, últimamente muy golpeado, es el de la izquierda puntofijista; pero hay un tercer grupo de venezolanos que no creen ni en los unos ni en los otros y ese grupo es tan numeroso como los otros dos aunque por los momentos carezca de representación política e ideológica.

 

¡A ese grupo de venezolanos es a los que en principio pensamos que la oposición patriótica debe dirigirse!

Y dirigirse aclarando desde el principio que la solución viene de la derecha o al menos de una nueva derecha liberal y libertaria porque de la derecha mercantilista, acomodaticia y monopolista que se expresa muy bien en la directiva de Fedecamaras... tampoco puede venir nada bueno y noble como quedo bien claro en los tres días del infame Pedro Carmona Estanga.

 

Pero, antes de seguir avanzando respondo antes que salga un émulo de Don Luís Miquilena y nos pregunte ¿con qué se come eso?; como dijo el otrora favorito de Hugo Chávez refiriéndose a la sociedad civil.

 

Se come agrupando al tercer sector de la sociedad, lo cual implica deslindar como ya he dicho.

 

Deslindar obviamente con una casta politiquera que solo piensa en ella y que debido a ello profesan la única ideología que les permite apropiarse de lo que produce el trabajo y el esfuerzo de los demás, al obstaculizar precisamente el derecho a trabajar que todos tenemos; esa ideología  es la de la izquierda.

 

Deslindar de la izquierda para enderezar un estado desbordado que impide la libre creación de riqueza.

 

Deslindar de la izquierda para liberar los mercados que actualmente están intervenidos para beneficio de la casta politiquera que actúa como gobierno de turno a todos los niveles porque los males existen desde la alcaldía y la sociedad, hasta el ministerio pasando por la gobernación.

 

Deslindar de las ideas izquierdistas para que la sociedad se separe del Estado y no sigamos pagando con impuestos las ONG´s, Fundaciones y demás inventos de cada chupóptero que buscando vivir a las costillas del trabajo de los demás pretende que sea el ministerio o la gobernación cuando no la alcaldía quien le pague oficina, teléfonos, viajes, comilonas y lo que se le ocurra bajo el pretexto de combatir la droga, organizar el deporte, enseñarnos a elegir y un largo rosario de etcéteras porque la picaresca criolla nunca para de inventar.

 

Para llevar a la práctica ese novedoso programa, al menos en el país, estamos abiertos a los actores nuevos o incontaminados que deseen lo mejor para Venezuela.

 

¡Pronto habrán noticias sobre esta Conferencia del Liberalismo Venezolano!
















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