Domingo Alberto Rangel M.
Preguntas que debe contestar todo plan "consensuado" si quiere ser tomado en serio...













Domingo Alberto Rangel M.





3erPolo
















Quienes activamos en la oposición venezolana tenemos una gran responsabilidad que va más allá de formar un gobierno que para eso se mete la gente a ejercer el oficio de opositor.

Esta responsabilidad se relaciona con el tamaño de la tarea a realizar y como digo la que tenemos enfrente es inusual.

Tan grande como reestructurar un país devastado, cuyos indicadores llevan un cuarto de siglo en lenta caída y que en el último lustro esta caída puede ilustrarse como la del paracaidista al que no le abre la canopia.

Un país con un liderato carente de credibilidad, incapaz para ponerse de acuerdo en asuntos hasta secundarios y cuyas vacas sagradas por irresponsables, intolerantes, ladrones, incultos, ineptos y faltos de imaginación arriesgan importar a Venezuela la guerra civil colombiana como si se tratara de caviar persa.

Un liderato que en vez de conducir a este país hacia los estadios superiores de civilización, ha permitido el hundimiento de una tierra que una vez fue la gran promesa de Latinoamérica.

Un país que les quedó grande a los politiqueros vernáculos, sobre todo si tenemos en cuenta que entre pitos y flautas los gobiernos venezolanos gastaron en las últimas décadas, mejor dicho dilapidaron, recursos que superan con creces los destinados a la reconstrucción de toda Europa después de la segunda guerra.

Esto es vital a la hora de cualquier análisis.

 

ECONOMÍA INTERVENIDA Y MONOPRODUCTORA

 

En el ámbito económico los trabajadores venezolanos sufren el desempleo clásico de los países monoproductores en los que la mayoría de la gente vive o aspira vivir de los gobiernos y donde esta aberración refuerza el poder de la clase política.

Poder que se ha utilizado desde hace décadas para intervenir la economía hasta lograr ahuyentar no solo a los inversionistas extranjeros, que no aparecen, sino que también ahuyentan a los modestos ahorristas nacionales que a pesar de la recesión acaban de comprar mil quinientos millones de dólares en bonos del gobierno como vía expedita para sacar capitales que ahora serán  invertidos en países donde los gobiernos respetan la moneda y donde las reglas de juego no se cambian a capricho del gobernante de turno.

 

HASTA LAS ALCALDÍAS DEBEN TRANSFORMARSE

 

En nuestro país el primer estorbo a la inversión, que sin ella no habrá empresas ni empleo ni los impuestos serán suficientes, es la alcaldía antes que el gobierno nacional o las gobernaciones que por supuesto también estorban a quien deseé crear riqueza.

¿Usted ha intentado tramitar una modesta patente de industria y comercio?

¡Tardan años concediéndola!

Y en eso son iguales las alcaldías del oficialismo y las de la oposición.

En San José de Costa Rica, Ciudad de México o Santiago de Chile por no hablar de las ciudades colombianas, un ciudadano tramita en días lo que en cualquiera de las alcaldías caraqueñas tarda meses.

¡Después se asombran porque Venezuela es un país monoproductor y donde no hay empleo cuando son los políticos venezolanos quienes en primer término ahuyentan los inversionistas!

 

CON MONEDA ENFERMA NO HAY ECONOMÍA SANA

 

Otro punto que debemos resolver los venezolanos es la estabilidad de la moneda.

Estabilidad o mejor dicho inestabilidad que se relaciona con el tamaño de las promesas que el Estado venezolano hace buscando la quietud política por vía de ofrecer lo que no se puede cumplir.

Estabilidad que tampoco podrá existir mientras PDVSA siga en manos del Estado.

El Estado venezolano por prometer lo que no puede cumplir incumple los asuntos básicos que todo Estado debe hacer como es la seguridad de bienes y personas, la justicia, la recaudación de impuestos, la educación básica porque es "obligatoria" y la construcción de verdaderas obras públicas que los privados no pueden ni deben construir para su uso y provecho exclusivo.

Estamos en un círculo vicioso.

Muchas promesas amerítan ingentes sumas de dinero.

Muchas promesas implican que el Estado tenga un tamaño monstruoso.

Tamaño monstruoso a su vez implica un poder igualmente monstruoso.

Tanto que el Estado venezolano interviene todo lo que puede intervenir, empezando por la moneda.

Y al falsificar la moneda cae la producción porque es mejor negocio enchufarse con el gobierno que administra los dólares y cae la recaudación de impuestos y nuevamente los politiqueros vuelven a prometer lo imposible de cumplir.

Basado en leyes aprobadas hace más de medio siglo el presidente Chávez mantiene un control de cambios similar a los que pusieron en práctica casi todos los presidentes de la cuarta república.

¡Los resultados están a la vista!

 

LA DEVALUACIÓN ES UN ROBO

 

Y que decir de una devaluación que nos roba parte de nuestros haberes y ahorros porque es un robo lo que  hacen los gobiernos venezolanos cuando aprovechando la tenencia de dólares a los que acceden gracias a tener la propiedad de PDVSA y también a que una economía intervenida garantiza que sea PDVSA casi la única fuente de divisas, devalúan entonces el bolívar cuando no les cuadran las cuentas, y así pagan sus monos con moneda devaluada con la seguridad que da el estar obligados los venezolanos a aceptar semejante vagabundería porque las leyes así lo estipulan.

 

EL REVOCATORIO ES EL COMIENZO

 

El mecanismo revocatorio que se activó con la entrega de firmas está ligado a la fe de la gente.

Fe en que habrá empleo duradero, en que se respetará la ley, la moneda y habrá justicia.

En que habrá paz por lo cual y pese a los excesos verbales del Presidente habrá que pensar en una reconciliación.

Bien, todo eso amerita un plan consensuado que por cierto no puede ser copia de los planes de gobierno que presentaban los candidatos de la cuarta república en los que aparecían listas de peticiones, la mayoría imposibles de cumplir porque para cumplirlas se debía cambiar de régimen y no de gobierno simplemente.

Un plan "consensuado", para aplicar después del revocatorio, debe ser concebido para beneficio del ciudadano común y no para usufructo de grupos de políticos que aspiran sacar a los chavistas de los cargos sin tener idea de qué rayos van a hacer para ganarse el respeto de la gente.

Ese plan debe responder sinceramente varias preguntas antes de convertirse en una "catajarria" de "acciones" y promesas imposibles de cumplir y hasta contradictorias entre sí.

Esa es la gran responsabilidad del equipo que coordina Diego Bautista Urbaneja y del cual integrantes de RESISTENCIA CIVIL forman parte.

Esas son las preguntas que no respondió la cartilla cívica que presentó el diputado Armas y los planes que firmamos el año pasado.

 

LAS PREGUNTAS QUE NO RESPONDIÓ EL DOCUMENTO "ARMAS"

 

La gran pregunta a responder es ¿vivirá el Estado venezolano de lo que aporten los ciudadanos o continuarán con el jueguito que nos ha arruinado como Nación y que en la práctica significa que unos pocos vagos y malandros se apropian de lo que el Estado le saca a los ciudadanos trabajadores por concepto de impuestos que se aprueban a sus espaldas y obstaculizan a las gentes decentes que quieren trabajar y producir?

Otra pregunta: ¿Seguiremos repitiendo la gran mentira que significa decir que PDVSA es "la locomotora económica de Venezuela" cuando está demostrado que por ejemplo una verdadera industria turística puede producir más que PDVSA y sobre todo darle más empleo a los venezolanos comunes y silvestres?

Otra: ¿Seguiremos dándole poder a quienes administran el Estado para que hagan lo que les de la gana con el bolívar a sabiendas que esa moneda que esos administradores públicos prostituyen a diario es de obligatorio uso en el país?

¡Esas son las grandes preguntas que deben responder quienes aspiren a enderezar el país!

Si no lo hacen es mejor que dejen el paso a otros.

 

CONTRA TODO TIPO DE VIOLENCIA

 

Por cierto: En lo personal rechazo todo tipo de acciones violentas.

Por ello hemos rechazado las agresiones contra los trabajadores de Globovisión y también contra los del canal 8 o contra cualquier persona o institución.

Así hemos rechazado las bombas contra Martha Colomina y la que recientemente le colocaron al diputado Juan Barreto.

También rechazamos las mentiras como por ejemplo la que reiteradamente hace ver que Barreto vive en un apartamento en La Castellana.

No metemos la mano en el fuego por nadie, pero, mentira es mentira y es una embuste que Barreto viva en La Castellana... quedó demostrado que vive en Los jardines de El Valle. 
















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