Domingo Alberto Rangel M.

¡Viva la hipocresía!: La reconciliación comenzó antes que el CNE anunciara el primer boletín














Domingo Alberto Rangel M.





3erPolo
















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Dos ciudadanos nacidos en la isla de Cuba, la madrugada del 16, observaron interminables colas formadas frente a los centros de votación en las zonas populares de La Vega, en Caracas, donde busetas repletas de electores adornados con insignias y boínas rojas alimentaron las mesas hasta las siete de la mañana. La receta se repitió en el resto del país.

Ahora bien, horas antes, al filo de la medianoche, los dos antillanos habían comprobado que en las urbanizaciones del Este de la capital federal, donde vota la clase media,la mayoría de las mesas habían cerrado por falta de votantes.

Ante tal "exit poll" o realidad numérica, uno de los cubanos, columnista de un diario de circulación nacional y de un canal de TV, convencido de las ventajas que obtenía el Gobierno con la polarización social, escribió la semana siguiente que el fraude no se consumó el día del referendo, sino que se había fraguado "meses antes".

Dicho con otras palabras, el periodista admitió el triunfo de Chávez, pero aclarando que antes el Presidente abusó del poder para aumentar la clientela política. El problema es que ese abuso de poder fue lo mismo que a menor escala y con menores resultados hicieron los gobernadores y alcaldes de la oposición porque el clientelismo político ni lo inventó Chávez ni tampoco lo patentaron en la Cuara república y es una de las plagas que Venezuela debe combatir.

En todo caso y escribiendo de esa manera, el periodista del cuento se las arregló para quedar bien con la política que impulsan los medios para los que trabaja y con la realidad que el otro cubano, funcionario éste de la Embajada de Fidel, le había mostrado.

No es este venezolano venido de Cuba el único comunicador sacudido por la nueva realidad y dispuesto a quedar bien con Dios y con el Diablo.

Por ejemplo, alguien tan bien informada como Patricia Poleo ahora descubre que Quirós Corradi es contratista de PDVSA y que a partir de la diez de la mañana se enfila un whisky por el gañote.

De seguir esa línea de investigación no tardará la fablistana en sacar a flote que Rampersad desvalijó la lotería de Caracas cuando Caldera II, que Mujica, desde que era adolescente, monopolizaba los contratos de anillos de graduación en los liceos en que el PCV controlaba centros de estudiantes; que en la lista de contratistas de Pdvsa existe una compañía llamada PLAZ y ASOCIADOS, la cual no fue objeto de venganza después del paro petrolero, que Tulio Alvarez fue el consultor jurídico de Miraflores cuando en medio de la debacle bancaria los amigotes del poder desvalijaron las instituciones financieras intervenidas y pusieron a pagar los platos rotos a la gente común que desde entonces sufre mayor inflación y tiene que pagar mayores impuestos.

O quizás Patricia  a poco "descubre" que Calderón Berti no da puntada sin dedal. El agua tibia pues.

La dificultad estriba en que no se sabe si la Patricia es político o periodista. Si es comunicadora debió hacer públicas estas dudas antes que la CDV nombrara a estos señores como representantes en las negociaciones con el gobierno. Debió hacerlo por pura honestidad.

Otro gallo cantaría si la hija de Rafael resultó política, pues entonces tendría que callar ante lo inevitable no fuese que la culparan de esta derrota por bocona. Callar lo que sabíamos tal como hicimos en el TERCER POLO, por ejemplo.

EL DIA ANTERIOR

Antes del referendo el oficialismo lucía preocupado por el tema del fraude.

Las encuestas daban ganador al "NO", pero en un clima tan polarizado un error de última hora podía cambiar los resultados.

Y era difícil creer en encuestas cuando abunda gente que no razona, porque los venezolanos de la actualidad recibimos un cotidiano lavado cerebral de los medios y de políticos aficionados como ciertos psiquiatras que ahora prosperan en los programas de TV, que consiste en una dieta basada en pura emoción y cero ideas.

Con relación a este tema, el de las ideas, aceptamos que el Presidente presentó las suyas: Las del estatismo socialista que aún cuando nosotros los liberales-libertarios las rechazamos porque no nos parece que resolverán los grandes problemas del país, comenzando por la creciente pobreza de la población, en Venezuela se predican como moneda única desde los medios, pero también en las cátedras universitarias, los púlpitos y los partidos.

¡Después nos asombramos del empobrecimiento o le damos explicaciones esotéricas a la prosperidad de Chile o la ruina de la República Argentina!

Nos asombramos, pero no podemos racionalizar nada ante tanta "inteligencia emocional".

EL PROBLEMA MORAL

El "SÍ" fue al referendo sin diferenciar el ideario opositor. Recordemos que las "Misiones" de Hugo, una receta estatista, fue demonizada por los voceros de la oposición que cogieron la línea política emanada de algunos periodistas, para terminar la CDV diciendo "que esas Misiones seguirían funcionando en un gobierno de transición". No jilen, como dirían en Valencia.

No se tomaron en la Coordinadora la molestia de contestar, con recetas liberales, desde la acera de enfrente.

Ahora pretenden poner correctivos siguiendo la línea que dictan, entre otras personas, la periodista Patricia Poleo, y pondrán condiciones a los futuros negociadores "de la oposición" dizque para que "no fracasen".

Tarde piaste pajarito, diría el presidente Herrera Campíns.

El problema que plantea la Poleo y que tarde trata de enfrentar la CDV, es de índole moral. En el fondo lo que dicen es que Quirós, Rampersad y Mujica "se vendieron" por salvar sus propios intereses, lo cual no le consta a este cronista.

Si, pero ¿cómo puede pedir pulcritud una corporación como la CDV que recibió en su seno, a tambor batiente, a Luis Miquilena o al General Rosendo y que ahora pone a Tulio Alvarez a dirigir una investigación tan seria como la del fraude electrónico?

¡Mi abuela recomendaba fósforo para la memoria, carajo!

Pero, gústeles o no, la moral tiene otras definiciones que a nivel nacional se relacionan con el mundo de las ideas que cada uno tiene y que a niveles más modestos tienen otras concreciones.

Por ejemplo, en días pasados a mí me robaron un vehículo en un centro comercial de Baruta, donde funciona un módulo de la Policía Municipal.

No culpo al amigo Henrique Capriles, porque lo mismo habría pasado en Caracas donde reina Bernal, o en Maracay o hasta con el FBI en plan de cuidador.

Si, pero cuando me pidan el voto prefiero un concejal o alcalde que presente respuestas a la inseguridad para que no le pase a otras personas lo que me sucedió a mí... en vez de tener que votar por quien exija apoyo porque dice haber "caminado todas las marchas, vestido de bandera y con un pito en la boca".

El equivalente contemporáneo al carnet de Guasinero de los adecos o a la constancia de pegaafiches que otros grupos políticos absolutamente pragmatizados y absolutamente fracasados le dan a los aspirantes a concejal o diputado.

Escoja usted en que mundo prefiere vivir amigo lector.

EL DIALOGO:

 

Pocas palabras acerca del diálogo que el Presidente propone quizás por enésima vez.

 

El que Hugo Chávez quiera conversar con unos y no lo desee hacer con otros no es nada nuevo porque todos los Presidentes actúan de esa manera aparte de que es de suponer que para el gobierno es difícil dialogar con quienes no entienden que hay lastres en la oposición de los que uno por decencia debe separarse.

 

Nuestros asesores recomiendan no mencionarlos pero fueron los "héroes" del 11-A y del paro petrolero, ustedes entienden.

 

Bueno, al diálogo solo vale la pena ir si se va en búsqueda de soluciones para la gente y en especial para la clase media que confió en nosotros.

 

Eso de ir a dialogar para pedir ministerios o cuotas en el reparto de leche, como se hacía en la fenecida Cuarta república es fatal aparte de que creo que hugo no anda en plan de compras.

 

Tanto como fatal sería ir a "dialogar" acerca de asuntos en los que no hay coincidencias entre gobierno y oposición porque sería un diálogo de sordos.

 

Hay sin embargo dos áreas de coincidencia entre opositores que no se parecen ni quieren parecerse, pero que por fuerza deben al menos respetarse.

 

Una es el vacío ideológico que caracteriza la lucha política venezolana.

 

Vacío del que se ha quejado el Presidente y que en términos concretos termina fijando la agenda pública de discusión alrededor de temas secundarios como pueden ser los modales del primer mandatario.

 

Nosotros somos liberales y Hugo Chávez es estatista y socialista, a partir de eso podemos debatir con cierta altura y en pro del país porque la política no es un "quítate tú para ponerme yo" como algunos lo plantean.

 

Otro punto de coincidencia que vale la pena explorar son los monopolios que impiden el libre actuar de los venezolanos.

 

Con Hugo se puede dialogar buscando soluciones para los venezolanos que no pueden fundar una universidad, una estación televisora o un banco porque la permisería, diseñada por la Cuarta república, lo impide para fomentar la corrupción.

 

Hay otros temas que se pueden tocar pero bajo esos parámetros obviamente se puede dialogar.
















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