Domingo Alberto Rangel M.
Maria Lionza se derrumba: ¿Mabita, "omen" o simple irresponsabilidad?
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Como es sabido en Caracas colapsó la famosa estatua de María Lionza que hace medio siglo
modeló el escultor Colina. Solo la danta quedó en su sitio y los pechos turgentes de la diosa ya no apuntan al occidente
mientras que el gigantesco trasero que la acompaña no se puede ver porque una maraña de andamios y cables de acero entorpecen
la mirada. Sobre el derrumbe de la estatua, que para la gente sensata era un hecho "anunciado",
mucha tinta se ha gastado y a pesar de ello el público carece de una interpretación lógica que explique lo sucedido. Los dimes y diretes hablan de mabitas, malos "omen" y
significados arcanos que siendo tan diversos y viniendo de fuentes poco confiables no se pueden tomar por moneda sana. No se trata que uno sea desconfiado o incrédulo. Es que además de ser todo eso, llevo años visitado cárceles en
la que he visto infelices que guardan estampitas, patas de conejo y hasta tréboles de cuatro hojas como aseguradores de una
inexistente buena fortuna que por supuesto no la tienen los presos de este país y de ninguno. El desplome de María Lionza es sin embargo un nuevo desperdicio y para llegar a esta conclusión
no se necesita consultar al Babalao. Otro desperdicio más, como tantos a los que nos hemos acostumbrado los venezolanos. La crónica menuda, la que escriben los que perdiendo tiempo se
lo hacen perder a los demás, no va más allá de culpar "al otro" como si los revolucionarios de Fundapatrimonio
o el opositor rector de la UCV, por muy estúpidos o acartonados que pudieran ser, hubiesen tenido en mente destruir la estatua para culpar a sus adversarios. Hay sin embargo responsabilidad por lo ocurrido. Responsabilidad que no se puede ocultar tras las declaraciones politiqueras por parte de afamados arquitectos, funcionarios y hasta familiares del escultor Colina. Llama la atención que la UCV nunca se hubiera preocupado por la estatua en más de medio
siglo a pesar de que aparentemente les pertenece. La situación reconfirma el dicho que recuerda los amoríos letales cuando la sabiduría popular
afirma que "hay amores que matan". A la pobre María Lionza la mató el inmenso amor que supuestamente le
tienen las autoridades de la UCV. Pero, también luce extraño que los revolucionarios hayan esperado el quinto año de gobierno
y la cercanía de elecciones y referendo para comenzar el traslado de la estatua al que solo los bolsas pueden oponerse. Es conocido que los seguidores del culto criollo de María Lionza, con la sacerdotisa
Beatriz Veit Tané a la cabeza, llevan años pidiendo el traslado de la estatua a un sitio más tranquilo porque es difícil y
peligroso colocar las ofrendas en la mitad de la autopista más embotellada del país. Siempre han culpado los seguidores de la diosa, que son más de lo que uno se imagina a primera
impresión, a sucesivos gobiernos y también a la Iglesia porque según aquellos a María Lionza la colocaron en el peor
sitio debido a un acuerdo secreto entre Rómulo Betancourt y el cardenal Quintero. Para mi se trata de simples especulaciones cuando no habladurías
a las que les da pie la irresponsabilidad de las autoridades universitarias. Ni Rómulo, que gustaba dejar correr la conseja de su pipa ensalmada, ni el cardenal creo
que tuvieran nada que ver en la selección del sitio donde colocaron la estatua. En todo caso no aparecen registros de las supuestas protestas que la universidad habría
hecho al líder y fundador de AD o a la jerarquía católica por ordenar la colocación de María Lionza en el medio de la futura
Autopista del Este. ¡Puras habladurías! Pero, ¿por qué tardaron tanto los revolucionarios en cumplir
tan simple petición viniendo de gente que mayoritariamente les es afecta como son los adoradores de María Lionza? ¿Por qué una universidad como la UCV -ojo, en las demás
universidades nacionales cometen los mismos disparates- pelea a muerte la propiedad de la estatua que aparentemente
no les interesa mucho, cuando esa casa de estudios superiores no cumple con sus objetivos académicos
más sencillos, y, ni siquiera les interesa llamar la atención porque sus autoridades
son incapaces de traer un Premio Nobel para dar una clase magistral a los alumnos? ¡Misterios insalvables!, pero viendo lo sucedido creo que no solo se debe
reparar y trasladar la estatua para dejarse de discutir tanta tontería, sino comenzar a jubilar una clase política
que en la UCV o donde sea es capaz de convertir en chatarra todo lo que toca. Unos verdaderos Midas al revés. |
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