Domingo Alberto Rangel M.
Estatuto liberal el del Zulia |
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Por estos días la prensa no habla de otra cosa que no sea el referendo
que se llevó a cabo en la región boliviana de Santa Cruz de Lo hacen los medios privados que realzan la derrota electoral, prevista por lo demás,
de Evo Morales a quien presentan como una especie de clon o muñeco de ventrílocuo de Hugo Chávez Frías. Pero también hablan de Bolivia los medios ligados al oficialismo donde alertan de posibles
mutilaciones al territorio nacional. Mutilaciones que supuestamente se harían con la complicidad
de algunos venezolanos entre los cuales señalan a quien escribe estas líneas. ¿Es eso verdad? Vamos por partes. Comencemos entonces diciendo que muy poco tienen en común el Estatuto
que se votó la semana pasada en Bolivia y el Estatuto que un grupo de liberales estamos proponiendo –en mi caso apoyando-
para la región zuliana. De hecho lo único en común es que en ambos casos se está proponiendo que sea el pueblo quien
decida libremente. El Estatuto de los bolivianos no es liberal, no propicia mayores cambios y no es revolucionario
bajo ningún respecto porque mantiene vivo el estatismo socialista que por décadas ha impedido que los bolivianos
contribuyan a generar riquezas, más allá de lo que Dios o Los santacruceños votaron un Estatuto que repite en la región las injusticias, limitaciones
a la generación de riquezas y privilegios que En Venezuela los liberales estamos proponiendo otra cosa y esto explica las amenazas
y la hipocresía con que gobierno y oposición socialista han reaccionado. Unos y otros no quieren debatir el tema porque en el fondo piensan de la misma manera
y les conviene mantener el status quo. Los “unos” amenazan con juicio y cárcel después de cancelar
toda posibilidad de debate, bajo el argumento según el cual el Estatuto zuliano sería obra de Los “otros”, como carecen de un liderazgo unificado, reaccionan cada cual
por su cuenta pero con un común denominador porque en la oposición socialista no hay nadie que apoye los
cambios que conlleva un Estatuto liberal como el que proponen RUMBO PROPIO y RESISTENCIA CIVIL para el estado
Zulia. Unos y otros socialistas en realidad no quieren debatir y la mejor manera es repartirse
los roles. Así los “unos” condenan a priori el Estatuto zuliano con el cuento de La una de saboteo como fue la suspensión, por órdenes de Manuel Rosales, de una Sesión
pautada desde hace meses en el Consejo Legislativo del Estado Zulia donde se iba a explicar el Estatuto con motivo de los
tres años de RUMBO PROPIO y los dos años del COPLAR que es el comité que se ocupa de impulsar le Estatuto en el Zulia. Y la otra polìtica que adelantan los positores estatistas para hundir toda posibilidad
de autonomía regional en Venezuela, es de confusión, como hacen por ejemplo el ex gobernador de Carabobo y un diputado
regional del Zulia de apellido Monagas, quienes tratan de apropiarse de una idea en la que no creen, que no conocen y que
saben muy bien que va contra sus intereses porque el Estatuto zuliano, en caso de aprobarse, libera al pueblo de las
garras de concejales, diputados y mandamases que son los primeros enemigos en Venezuela de la libertad y la generación
de riquezas. Pero, como las campañas mediáticas pueden hacer daño, es preciso aclarar al menos dos
cosas: Una, que el Estatuto liberal no busca y tampoco puede desmembrar a Venezuela. Y dos, que nada
tiene que ver con lo que se votó en Santa Cruz de El modelo de Autonomía regional que proponemos los liberales se parece, más que a otros
modelos autonómicos, a lo que existe hoy día en En Ni Hong Kong ni Shangay ni ninguna de
las regiones autónomas de Tampoco el Presidente de Lo que se busca, primero en el Zulia por razones obvias –hay allí un mayor
sentimiento regionalista, una mayor concentración de empresarios y mano de obra especializada etc.- es, como se ha
repetido a la saciedad, que la gente vote un reglamento que permita implantar en esa región las bases de un capitalismo
popular, de libre mercado, que a su vez cimiente un espectacular crecimiento económico –aumento de la “torta”-. A eso le temen tanto los políticos de la llamada “oposición”
como los gobierneros porque al ser socialistas no quieren que la torta crezca sino que se reparta “lo que hay”…
claro que como dice el pueblo… “el que parte y reparte, se lleva la mejor parte”…
lo que explica que aún en las dificultades de la población, los gobiernos venezolanos por el contrario anden “buchones”. Es eso, por tales razones no quieren debatir (email: doalra@yahoo.com). |
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