Domingo Alberto Rangel M.

Rafael Poleo: El zorro pierde los pelos pero no las mañas...














Domingo Alberto Rangel M.





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Por estos días los fanáticos de reenviar artículos de opinión por Internet llenan las bandejas de entrada con lo último que escribió el periodista Rafael Poleo.

 

Nada nuevo toda vez que el polémico escribano lleva varios años alimentando a través de sus escritos los muchas veces irracionales odios anti Chávez del escualidaje que es el primer requisito para que cierta fauna electrónica proceda a copiar y reenviar a destiempo un artículo de opinión.

 

El periodista Rafael Poleo, como recordarán los que están enterados, merced de sus simpatías con el perezjimenismo, en los primeros años de la democracia puntofijista sostuvo posiciones cercanas a la de los alzados en armas contra el gobierno de Rómulo Betancourt hasta que su paisano guariqueño Manuelito Peñalver lo rescató acercándolo a Acción Democrática después de un feo incidente que prefiero no recordar.

 

Ese acercamiento, aparte de la buena pluma con que la Providencia dotó al padre de Patricia, fue lo que le permitió a Rafael Poleo vivir de lo lindo a los gobernantes del  puntofijismo hasta llegar a ser diputado y miembro del CEN de AD en épocas de decadencia de ese partido.

 

Beneficios que sin embargo no le impidieron a Rafael Poleo, a su debido tiempo –cuando las encuestas comenzaban a decir que Hugo Chávez iba a pulverizar a los candidatos de adecos y copeyanos-, dar un espectacular salto de talanquera que permitió que el entonces candidato a la presidencia Hugo Chávez Frías tuviera una columna en lugar preferencial dentro de El Nuevo País.

 

Pero lo que comentaba era el artículo de Poleo y el éxtasis meta sexual que aparentemente les produce a los opositores escuálidos –los que aparte de ser anti chavistas también demuestran con sus hechos y bravuconadas la incapacidad de elaborar propuestas positivas que sean una alternativa al socialismo que propone el Presidente Chávez-.

 

Para los que reenvían una y otra vez el artículo de Poleo hay un “algo” que les lleva el ritmo cardíaco hasta niveles peligrosos. Me refiero a la tesis que sostiene Rafael Poleo en el reenviado artículo, según la cual número uno, Hugo Chávez y su chavismo serán por muchos años “el factor determinante en la política venezolana”, y, número dos, la actual oposición no sirve para nada y ni siquiera se puede esperar que de allí salga una especie de COPEI redivivo al cual el chavismo podría pautar como “contrafigura” como hicieron los adecos.

 

¡Sabrá Rafael Poleo lo que dice cuando afirma que los adecos le daban pautas a COPEI¡ Pero, lo importante para nosotros los opositores ideológicos al chavismo es refutar las dos tesis de Poleo al tiempo que desenmascaramos a este roloé vivo que es Poleo.

 

Lo de que Hugo Chávez y el socialismo del siglo XXI estén coronados como “factores determinantes” por los próximos cuarenta años está por verse. Para los liberales el problema de Venezuela es superar la pobreza de un país pobre que sin embargo tiene un gobierno rico, y esa facultad no la tiene el socialismo que se especializa más bien en repartir y olvida la creación de riqueza y de capital que es lo mismo.

 

De manera que verá el lector cómo puede entonces el socialismo resolver el principal problema del país como para quedarse en el poder por secula seculorum como vaticina Poleo.

 

En cuanto a la segunda tesis según la cual la oposición venezolana no sirve confieso que la acojo al cincuenta por ciento. Es una verdad a medias.

 

No sirve una oposición escuálida, pirata, corrompida y anhelante de los privilegios perdidos. Eso es verdad.

 

Pero tal rasero no sirve para medir a la otra oposición, como la de RESISTENCIA CIVIL, que es capitalista de mercados libres, que somos liberales y que trabajamos para que prospere el pueblo y no para cogollos partidistas, si bien reconozco que ese rasero vale para devaluar a gente como Rafael Poleo y también a quienes como él prostituyeron la democracia antes de la llegada de Chávez al poder.

 

Respecto a los fines del escribano para mi están claros: Al igual que en gobiernos pasados Rafael Poleo se dispone a ponerse al servicio de factores menores que le permitan acercarse al poder.

 

Como lo hizo con Manuelito Peñalver en los primeros años sesenta, el zorro Rafael Poleo vuelve a las andadas y ahora lo hace al prestarse de ventrílocuo para decirle al Presidente lo que no se atreven a decirle los segundones del gobierno, algunos recién echados de sus cargos, y la naciente boliburguesía que se cree ungida por Dios.

 

Por supuesto que Poleo y su hija de todas maneras no regresan a Venezuela a encabezar la oposición a Chávez: ¡Si el padre una vez huyó a “Lake Placid” diciendo que el ya desvencijado Carlos Andrés Pérez lo quería matar¡ No jose con estos vagabundos émulos del "Capitán Araña" fungiendo de "líderes" y "sabios persas" a lo mejor de verdad el chavismo se queda en el poder tantos años como los que tarde en fortalecerse una oposición liberal, capitalista de mercado libre y popular.

 

Así es la vaína amigos.

 

BUSH, CHÁVEZ Y EL ETANOL

 

También por estos días no falta quien esté preocupado por las consecuencias que puede tener el intercambio de insultos y amenazas que caracterizaron las giras de Hugo Chávez y George Bush a varios países de la América mestiza.

 

Algunos creen que nos van a invadir los marines mientras otros piensan que ahora si el imperio está de capa caída.

 

A mi modesto juicio estas consideraciones son  falsas y secundarias por razones que ya han señalado los actores principales: Para los estadounidenses “bussiness is bussiness” y el petróleo venezolano fluye hacia el norte y lo pagan las transnacionales a brinco rabioso, mientras que el presidente Chávez hace tiempo admitió que lo importante no era lo que él decía sino las acciones de su gobierno.

 

Entonces lo capital no son los insultos y las amenazas  sino otras cosas más importantes como sería contestar honestamente la pregunta originada a raíz de la propuesta de Bush cuando le ofrece  a su homólogo brasileño juntar fuerzas para organizar un cartel del etanol, acción que por cierto no tiene nada de liberal sino que es estatismo puro por más que se llame George Walker quien la impulsa.

 

Tal pregunta es: ¿Tienen derecho a extorsionar al resto de la humanidad un puñado de países a los que la Providencia les dotó, vaya a saber usted por qué, con un subsuelo lleno de petróleo?

 

Dicho de otra manera se podría formular la misma inquietud como: ¿Qué opinan los pueblos pobres, sobre todo en África y América Latina, sobre los actuales precios de la gasolina?

 

Para el presidente Hugo Chávez estas preguntas no son relevantes a tenor por su respuesta al acuerdo firmado entre Brasil y los Estados Unidos para incrementar la producción del etanol.

 

La llamada “OPEP del biocombustible” que sin dudas será capitaneada por el Brasil y los Estados Unidos, parte de un punto de vista razonable como es que todo pueblo tiene derecho a buscar su mayor felicidad.

 

Y abaratar la gasolina equivale a quitarle un gran dolor de cabeza a los pobres del tercer y cuarto mundo con lo que sin duda seguirían siendo pobres... pero más felices.

 

Por otra parte es de señalar mi protesta a que Bush y Lula pretendan sustituir a un cartel, como es la OPEP, con otro similar, aún cuando eso es harina de otro costal ya señalada.

 

Pero, ¿quien puede negar que abatir el astronómico precio de la gasolina –aparte de ayudar a descontaminar el único planeta que tenemos- es una parada en el camino de la felicidad para los humanos contemporáneos?

 

El presidente Chávez, apartando los baños de popularidad que se dio en la Argentina, Bolivia, Nicaragua, Jamaica y Haití, acaba de ser tocado en su estrategia de convertir a Venezuela en un país monoexportador cuyas elites viven a cuerpo de rey  administrando la venta del petróleo.

 

Eso sí, a precios altos y crecientes porque si no el Presidente y gran parte de los súbditos chillan.

 

Por otra parte me parece contradictorio pedir la unidad latinoamericana, con la finalidad de mejorar los desequilibrios económicos con los Estados Unidos, como hace el presidente Chávez… al tiempo que la misma persona protesta cuando plantean bajar el precio de la gasolina que consumen los países latinoamericanos, mezclándola con etanol.

 

Como buen monopolista Hugo Chávez defiende lo suyo y en eso se parece a Bill Gates cuando a juro quería meterle a todo internauta su navegador.

 

Ahora bien esa defensa a ultranza de la gasolina del Presidente Chávez me parece que cojea como táctica.

 

Lo digo porque decir que es una barbaridad sembrar caña de azúcar o maíz para producir etanol en vez de comida para los pobres es un exabrupto del Presidente y de todo seguidor que repita semejante mantra.

 

Es verdad que no sólo de pan vive el hombre, pero tampoco es vida alimentarse exclusivamente con  hojuelas de maíz, vulgo “Corn Flakes”, y algodón de azúcar, producto que los nutricionistas denuncian como dañino cuando se consume en exceso.

 

El único punto que en esta gira se anotó el presidente George W. Bush, quien fue objeto de pitas y burlas, es el del etanol y con eso contrarresta con creces la inmensa popularidad de Hugo Chávez. Se puede decir que el resultado de las giras fue un empate.

 

De hecho la tortilla de maíz puede haber subido de precio en México porque ahora usan las mazorcas en esas tierras para producir –y exportar- etanol.

 

Puede ser.

 

Sí, pero los desempleados siempre van a preferir altos precios de la tortilla y tener trabajo, a ver los toros desde la barrera porque sin chamba no hay quien fíe y con gasolina cara lo que cunde es desempleo.

 

El dilema del presidente Hugo Chávez es el de quien conduce un país con una sociedad estructuralmente enferma luego de llevar los venezolanos décadas alimentándonos a base de un cocktail tan sabroso como peligroso. Se puede decir que la economía venezolana es como esas mujeres que vuelven locos a los hombres y que a su lado solo causan infelicidad... aún cuando no lo deseen.

 

La mezcla de facilismo petrolero e intervencionismo estatal nos ha hecho un pueblo indolente y para muestra basta ver al Presidente chillando cuando nos dicen que para bajar los precios de la gasolina y contaminar menos, van a mezclar el combustible de los carros con 20 % de etanol.

 

Los resultados están a la vista y como muestra de lo dicho basta con disectar por una parte la actitud del Presidente frente al avance conciliador del etanol –que en realidad lo impulsa George Bush para retardar lo más que se pueda la jubilación del motor de combustión interna que ha sido el formador de grandes capitales estadounidenses por más de un siglo-.

 

Pero por otra parte no debemos dejar fuera del análisis a nuestra inefable clase empresarial que creció protegida y sigue estándolo.

 

Me refiero a la vieja Fedecamaras que se acostumbró a acrecentar el capital recibiendo dólares preferenciales y vendiéndolos en el mercado negro, cuando no obteniendo protecciones de sus socios políticos.

 

Me refiero a los nuevos ricos boliburgueses que se creen merecedores del premio mundial a la creatividad empresarial después de asegurar con general de varios soles, casualmente su “compadre”, la venta a MERCAL de productos importados.

 

¡Nadie le preguntaba, ni le pregunta ahora la opinión a los consumidores porque los cogollos políticos y empresariales no se dignaban y no se dignan a tomar en cuenta la chusma por más democráticos o revolucionarios que digan ser¡

 

Por lo pronto lo dicho explica en gran parte el por qué en Venezuela casi no hay empresas competitivas –salvo quizás PDVSA- y en vez de aceptar el reto del etanol, prefieren políticos y empresarios seguir repitiendo sandeces en vez de ponerse a trabajar.

 

!Si, a trabajar duro y a dejar que otros trabajen, para producir más mercancías, cada vez mejores y a menor precio que son las metas de las polìticas del capitalismo, liberal, popular y de mercados libres.
















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