Domingo Alberto Rangel M.

NO HAY DILEMA ENTRE EL SOCIALISMO DE MANUEL CLEMENTE Y EL DE HUGO LEAL ...














Domingo Alberto Rangel M.





3erPolo
















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Estas reflexiones las escribo pensando en mucha gente que conozco y quiero.

 

Mis amigos y vecinos de la clase media a quienes encuentro preocupados por la difícil situación económica y que en su desesperación están dispuestos a tomar en sus manos un clavo al rojo vivo, creyendo que así se “sale de Chávez” y "se resuelven los problemas del país".

 

Mis amigos y vecinos que con la caída de los partidos no tienen quien defienda sus intereses y toman línea política de locutores y periodistas que de un tiempo para acá la han cogido por tomar el papel de dirigentes políticos y son en el fondo los responsables de tanto fracaso.

 

Bien, comienzo entonces recordando que muchos venezolanos creen que los constituyentes de 1945 fueron los primeros compatriotas en ser elegidos mediante el voto universal de  todos los ciudadanos, sin distingo de sexo, clase social y capacidad económica.

 

Eso es una verdad a medias. Antes de esa elección, en 1941, se ensayaron en Venezuela unos comicios en los que podían votar las mujeres, los analfabetas y todo el que quisiera siempre que cumpliese el requisito de ser mayor de edad.

 

Ese año, en el que le ganamos en  béisbol a Cuba, tuvo lugar una reñida contienda para elegir por voto popular a la “Reina del Deporte” y las candidatas fueron las señoritas Oly Clemente y Yolanda Leal.

 

Como las reglas constitucionales no contemplaban para la época que la gente eligiera Presidente y parlamentarios, se usó como ensayo general el subterfugio de elegir una Reina para el deporte que ese año como digo estaba de plácemes por el triunfo ante los temibles antillanos.

 

Como no se podía votar por el Presidente, la sociedad venezolana tomó este atajo pensando que “algo” siempre es mejor que nada lo que también se puede traducir como “agarrando aunque sea fallo”.

 

Ahora bien, como quiera que la idea de la elección directa, universal y secreta prendió entre la gente a pesar del adormilamiento tras cuatro décadas de hegemonía andina,  pronto los políticos de la oposición al medinismo encontraron un filón en el cual ensayar los resultados de la acción del activismo político sobre una votación libérrima como diría años más tarde el presidente Rómulo Betancourt.

 

Los que después serían conocidos como “adecos” apoyaron la candidatura de Yolanda Leal quien era una destacada practicante del Volley Ball y aparte de tener una belleza natural, lucía unas piernas espectaculares.

 

La señorita Leal, además de hermosa, era la expresión  acabada de la mixtura criolla de esa época, a pesar de que con mucho orgullo se define como “negra”. El pueblo la percibió como “una de los nuestros”  a diferencia de Oly Clemente que parecía la hija del administrador de la Guipuzcoana.

 

Como el gobierno de Medina Angarita no podía impedir una elección que había prendido en el alma popular, consultó con lo que sería el equivalente a la Sala Situacional, y decidieron apoyar con recursos oficiales a la otra candidata al ver cómo se animaban las masas con la candidatura de la Leal impulsada por los adecos.

 

Oly Clemente fue la escogida para enfrentar a Yolanda y aparentemente en el plano ideológico no podría haber mejor confrontación a pesar de que ambas contendientes en el fondo pensaban de manera similar  por encima de otras diferencias.

 

La señorita Clemente era una catira que hablaba idiomas porque siendo hija de un diplomático había crecido en Europa, a diferencia de Yolanda Leal que llega a la adolescencia estudiando en grupos escolares y liceos caraqueños, cuando no andaba tirando piedras en los potreros que entonces rodeaban a la capital.

 

Los oficialistas de la época –que serían los copeyanos de más tarde- intentaron desprestigiar la candidatura de la señorita Leal y acuñaron un lema a más racista y estúpido porque la votación era universal como he dicho: “Oly Clemente, para la gente decente” decían las pancartas de los oficialistas de entonces cuando su candidata aterrizaba en una ciudad del interior a donde llevaban por aire a la catira merced al apoyo del Ministerio de Relaciones Interiores que pagaba los viajes de Oly porque el ventajismo no lo inventaron en estos tiempos.

 

Quizás en este dato que demuestra la falta de tacto político del medinismo se puedan encontrar los preámbulos que llevaron a que ese gobierno cayera en el 18 de octubre de 1945 cuando Marcos Pérez Jiménez y Rómulo Betancourt decidieron derrocarlo y hacerse con el poder. Pero, ese es otro cuento.

 

El pueblo por su parte respondió en 1945 ante lo que se consideró un abuso del gobierno y las concentraciones populares en apoyo a Yolanda Leal se llenaban cuando líderes como Andrés Eloy Blanco, Rómulo Betancourt o Jóvito Villalba presentaban a la morenaza ante multitudes que coreaban “Yolanda Leal, la más popular”.

 

Está de más decir que Yolanda ganó la elección por paliza y que no estando en juego un cargo político las dos adversarias se hicieron amigas como ambas me lo contaron, años más tarde.

 

LA VIEJA OPOSICION VUELVE A PERDER:

 

Cuento la odisea de Oly y Yolanda porque a mi modo de ver las cosas en estas elecciones se está repitiendo lo mismo que en 1941... con los cambios de rigor porque no en balde ha pasado mucho tiempo.

 

Las candidaturas de Hugo Chávez y Manuel Rosales repiten la receta que ya se ensayó hace sesenta y cinco años. Candidatos que bien podrían ser amigos porque piensan de manera similar pero enfrentados por las circunstancias y por el uso de la publicidad.

 

Si los candidatos se llamaran Manuel Clemente y Hugo Leal podrían incluso sus comandos de campaña repetir los lemas: “Manuel Clemente para la gente decente” y “Hugo Leal el más popular”.

 

Los resultados serían los mismos a pesar de que ahora quien abusa del poder en mayor cuantía es Hugo y sus seguidores como se puede observar solo con abrir los ojos.

 

Y digo “en mayor cuantía” porque en un país sin anticuerpos liberales, al estilo RESISTENCIA CIVIL, porque aquí gobierno y oposición son por igual estatistas y socialistas, el abuso de poder se ha generalizado ya que  los estatistas consideran como lo más natural meter mano en el presupuesto. Por ello igual que abusan en los ministerios y en PDVSA, igual abusan en las alcaldías de Primero Justicia y en la gobernación del Zulia, como en todas las demás.

 

Los cínicos dirán “lo que es igual no es trampa” en la seguridad de que no habiendo quien los ponga en su sitio podrán seguir haciendo lo que hacen sin que nadie los critique. Allá ellos.

 

Puede ser, pero el punto es que por lo visto no aprende la Vieja Oposición y por eso creo que volverá a perder.

 

Me refiero a la "oposición" que cuestiona la persona de Hugo Chávez y sus defectos pero no las ideas socialistas que defiende el titular del Ejecutivo Nacional.

 

La que limita la agenda pública a puro escándalo de corrupción, tamaño de marchas y muestras de sondeos de opinión. La que declara sobre defectos de los comicios pero no explica sus diferencias con el gobierno al que quiere substituir.

 

La “oposición” que sin darse cuenta seguirá causando desinterés y apatía y por ello seguirá perdiendo las elecciones hasta que generosamente de un paso al lado y deje que surja una Nueva Oposición capaz de disertar sobre capitalismo porque esa es la vía para cambiar no solo de Presidente sino de sistema... lo que nunca se hará con subterfugios publicitarios que intentan vender los vivos de siempre como solución, cuando proponen  nuevas fuentes de problemas como ya lo hicieron con aquel “Panchito” que candidatearon para Presidente en el 2000 y ahora con el candidato que promete la tarjeta “Mi negra” en este 2006 desperdiciado.

 

Para comenzar a crear riqueza en Venezuela, para salir de la pobreza, es necesaria una Nueva Oposición porque la que tenemos es parte del problema como ya se avisora en algunas encuestas.

 

Una oposición distinta a la que han impulsado desde los medios en estos ocho años. Una oposición que esté dispuesta a debatir al socialismo, a defender el capitalismo popular, de mercados libres –que nunca ha existido en Venezuela y que por tanto no es responsable de nada-, y a llevarlo a la práctica para que el pueblo pueda progresar en libertad.

 

Una capitalismo cristiano y solidario que nosotros en RESISTENCIA CIVIL como grupo liberal estamos desarrollando para llevarlo a la práctica como parte integrante del programa de gobierno de esa Nueva Oposición que espera substituir a la que el 4 de diciembre una vez más recomenzará el ciclo gritando “fraude”... ante los resultados esperados.

 

Dirigentes de la Vieja Oposición: Por el bien del país, sean generosos una vez en la vida, den un paso al lado y dejen que el futuro se encargue del socialismo de Hugo Chávez, al que ustedes ni combaten ni derrotan porque lo llevan grabado en el ADN.

 

Y que Manuel Clemente y Hugo Leal, en vez de ensangrentar inutilmente al país con sus peleas inútiles... terminen siendo amigos con el paso del tiempo... como lo fueron Oly Clemente y Yolanda Leal.

 
















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