Domingo Alberto Rangel M.

Digan lo que digan: "Cara de bolsas" nos la ven todos los candidatos"...














Domingo Alberto Rangel M.





3erPolo
















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Las campañas electorales en la Venezuela democrática son ocasiones propicias para innovar desde que el doctor Rafael Caldera hace cuatro décadas invitó al país unos señores que se las sabían todas porque además de alemanes eran asesores electorales capaces de interpretar una encuesta.

 

Cinco años después fue Diego Arria quien sorprendió a los copeyanos cuando saltó la talanquera para cambiarle vestimenta y modales a Carlos Andrés Pérez que de chusco policía pasó a ser un atlético salta charcos y ganó las elecciones para sentar las bases de la moderna destrucción del país como decía la mordaz lengua de Juan Pablo Pérez Alfonzo.

 

Por cierto que aquel Diego Arria es la misma persona que, aparte de conseguir inversionistas extranjeros para la campaña del gobernador Rosales, este año electoral vuelve a las andadas y jugando el rol de asesor electoral convence al candidato para que acepte someterse a los rigores de una operación estética con la cual Rosales luce más fresco de lo que en realidad es.

 

Dirá la gente que el zorro pierde la pelambre pero no las mañas, refiriéndose a Diego Arria, naturalmente.

 

Sin embargo la gran innovación en estos tiempos no es la estirada de rostro del candidato del estatismo de la Cuarta, señor Manuel Rosales, y tampoco hay nada nuevo en las propuestas amorosas de Hugo Chávez porque si a ver vamos en ese romántico aspecto hace mucho tiempo que al cambiar los parámetros propiciaron innovaciones primero aquella diputada italiana que practicaba el “strip tease” cuando no estaba en el Parlamento, y luego una candidata peruana que convencía a los votantes enseñando fugazmente una de sus pechugas, agigantada de manera artificial porque eso no es monopolio de ñps cabaleros Diego Arria y Osmel Souza.

 

En ese sentido dejo constancia de que ni siquiera “Er Conde” puede considerarse agente innovador en esta campaña venezolana porque su estrategia es la repetición de los espectáculos jocosos con los que se hizo rico Benjamín Rausseo declamando jodederas en El Picoteo.

 

A mi manera de ver las cosas el gran innovador en esta campaña presidencial donde no hay debate ideológico porque todos los candidatos son estatistas, es el aspirante Jesús Caldera Infante quien ahora se presenta como “Chucho”.

 

CARA DE PENDEJO BIEN ADMINISTRADA:

 

¿En ese sentido hay acaso algo más novedoso que ver a una persona que  estuvo al frente de un organismo tan corrupto como Fogade presentándose como si fuera una santa palomita?

 

Vaínas como esa no se le habrían ocurrido ni a José Fouché.

 

¿No es innovador que quien debería estar sentado en el banquillo de los acusados, intentando justificar lo injustificable, porque los reales mal habidos y la tos son imposibles de esconder, ande alebrestando al electorado bajo el argumento de que “nos ven cara de bolsas” cuando del propio Chucho se podría decir lo mismo?

 

Por algo la abuela de un amigo mío decía, refiriéndose a un compañerito medio cretino, lambucio y adulante, pero que terminó comprometiéndose con la hija mayor de uno de los grandes ricos de la época, que "no hay nada más valioso que una cara de pendejo bien administrada".

 

Tiene sin embargo el candidato Caldera Infante algo a su favor, apartando los rasgos faciales, y es que Don Chucho no es el único que le ve “cara de bolsas” a los electores y en ese sentido es verdad lo que dice. Una verdad a medias, desde luego...

 

Así dejo constancia de que tanto el candidato a la reelección como el gobernador Rosales por lo visto si no nos creen “bolsas” cuando menos piensan que somos tontos de capirote.

 

Es que ¿no es absurdo que Chávez y Rosales, ambos practicantes y publicistas del estatismo, hablen de progreso material a nombre de las ideas que a ambos los define, cuando es sabido que el estatismo se especializa en repartir lo que otros producen y olvida producir lo que todos anhelan?

 

¿No es de locos que Manuel Rosales hable de “esperanza”, rodeado de lo peor de la cuarta república, de lo peor de la extinta Coordinadora y sin exhibir logros porque lo que diferencia al Zulia no tiene que ver con sus años de mandato regional?

 

Juzgue usted amigo lector que quizás por ese camino terminará entendiendo las razones para que el tres de diciembre es probable que termine ganando la abstención sobre cualquier candidato que sea proclamado Presidente por la señora Tibisay Lucena lo cual no invalida esa elección y tampoco hace ilegítimo al ganador porque en ese caso el doctor Caldera jamás habría sido Primer Mandatario Nacional como decían sus seguidores.

 

LA ABSTENCION Y LOS OTROS DOS TOLETES:

 

A pocas semanas de una elección atípica por lo fastidiosa todos los opinadores hablan de encuestas como si se tratara de amuletos contra la mala campaña y la falta de argumentos.

 

Sin embargo los que hablan en la TV y en las radios siempre terminan sus peroratas mencionando al adversario, para calificarlo como lo peor, y por supuesto que aprovechan para ensalzar al aspirante que apoyan, pero, olvidan adrede que Venezuela no está dividida en dos sino en tres toletes porque deliberadamente como digo dejan de mencionar al tercer polo que son los electores molestos con el derrotero que lleva Venezuela pero que no quieren una inútil vuelta al pasado.

 

¿Tres polos?

 

Sí, como no.

 

Por una parte está el grupo de seguidores del Presidente de la República; grupo que según los sondeos previos a tres semanas de las elecciones forman la primera mayoría entre los venezolanos que van a votar. Ese es un tolete.

 

También se debe contar como otro tolete a los seguidores del gobernador del Zulia que para ser precisos deberían definirse como hinchas del socialismo del siglo XX o nostálgicos de la Cuarta república.

 

Este grupo es menor que el de los seguidores de Hugo pero crece y está formado principalmente por la clase media a la que este gobierno le retiró ciertas dádivas para repartirlas entre la pobrecía y los excluídos que no exigen tanto y que son más leales porque intuyen que un cambio los va a dejar sin lo poco que ahora han conquistado.

 

Ahhhhh, pero también hay un tercer grupo formado por descontentos con el presente y que tampoco quieren una vuelta al pasado como la que propone Rosales.

 

Este grupo por los momentos carece de expresión política porque en Venezuela ni tenemos un movimiento de derecha, popular y guiado por las ideas del liberalismo libertario, ni los medios politizados aceptan que frente al oficialismo gobernante pueda existir un grupo independiente a locutores y fablistanas que han substituido a los moribundos partidos políticos.

 

Ese grupo es mayoritario y por falta de candidato se va a abstener en diciembre.
















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